4.25.2012

Silencio activo



Canto a la melancolía en este tren rutinario
 una vez más elijo.
Me voy con el viento
mientras anoto estas verdades escondidas, y las velo
espero no lleguen a destino fijo

Antes de partir perdí la cuenta
del tiempo en que fui sincera, si es que hubo aquel tiempo,
hasta olvidé el lenguaje de las certezas

Siento un imperio en cada paso y en cada amigo
solo me alivia pensar
que llegaré a una patria desconocida
que  haré de ella mi hogar itinerante

Pies y manos nómadas, enemigos de lo quieto
almas interrogantes que se encuentran como forma de vida,
versos.
Versos por escribir y verbos por crear

Siento la lluvia antes de que sea lluvia
huelo cómo llega y espero, a que me explore en regueros
¡Que vivo arte o muero!

En el camino he visto un pájaro muerto
 un gato muerto y muchas flores marchitas
 me han contado sus cenizas, ¿habrá fe después de la muerte?
Porque somos circunstancia entiendo el desencuentro

De la fama me despido,
de tu beso y de mi madre
pues asfixia el sinsentido de ignorarme por quererlos

Quise hacer un compatible de tu cuerpo y el mío
de la vida y la libertad
del espacio y el tiempo
al ver que no puedo  me exilio
 de esta tierra extranjera, prefiero


A veces recuerdo llorar rabia, gritarte odio
a veces lo echo de menos
estoy hambrienta de virtudes y gentes
¡Que el placer me muera!
Es discreto el espíritu triste

He desestimado cada estrofa de tu búsqueda
y que me encuentres, o no seremos nada

Me siento como un caballo de autovía
si bien me aterrorizan esos animales
me siento como un poema dada
si bien jamás pude comprenderlos.
Hay algo que seduce en las alturas a pesar del  vértigo.
Caída libre. No distingo dulce causa de condena

Agradezco ser infiel a los principios
para poder desconocerme cada día

Quiero huir y no saber de qué
desaparecer, de toda persona que sepa mi nombre
de hábitos y convicciones
y hacer el amor con un poeta o con un desconocido.
Que volemos y celebremos hasta los días ennubecidos
y que el perfume no atrofie nuestro olfato

Quiero escribir con el hígado hasta que me desangren las palabras
o no habrá servido de nada,
que cada día cuente
o cabaré mi propia tumba bajo la sombra de un pino.
Desnudos fumarnos, y fumar hierva
hasta jugarnos las ideas al despiste
hasta jurarnos la existencia al azar deliberado

Es curioso cómo antes hablaba de presentir la lluvia y ahora
justo ha roto sobre las vías del tren y sobre el campo vecino
y puede que también sobre tu casa

4.04.2012

Sexus


Hoy he amanecido antes que el día
y yo era el ruido de la calle
era, una confesión que no habría merecido la pena.

Mi piel se muere por explicar
lo que tu cara hizo a esta noche de junio
que se ha colado en marzo

No tengo por qué contarte ninguna verdad entristecida
ni temerte,
no tengo sombrero, versos, ni calcetines
pero sí unas esposas a la vida

Ya es primavera la primavera
con sus noches que no me dejan dormirlas
 hasta verme desnuda
(hasta rezar tus ojos)
Ojalá fuese tan fácil romper todas las barreras
las de las infranqueables distancias cortas

¡De qué hablar si no eres más que una sospecha!
¡A quién admitir que tengo la urgencia
de dedicarte sonetos a falta de noches enteras!

He probado los besos del exterminio
no leo, ni escribo, ni duermo.
Me duele el estómago siempre, y el alma a ratos,
me duele que tu aliento termine por necesitarme

Sufro porque no sé volar ni nadie sabe
porque me acompaña una luz de mesilla
o yo la acompaño a ella. Sufro
porque las dos existimos de la misma manera

El pájaro se ha precipitado a la mañana
                                          qué reclamará piando solo él lo sabe.
La naturaleza es impuntual

¿Quién ha de morir para que yo sea libre?
¿A quién debo matar con palabras, armas, o desacato?
Si algún día antes que ellos muriera
que tu cuerpo sea mi tumba

Aquí estoy de nuevo, en la puerta de tu casa
calada hasta los huesos del no saber cómo llamar
calada tras calada nos consume la paz

No eres, mas un en mí imaginado
aunque pueda tocarte y te toque, no te toco
aunque pueda besarte tampoco lo hago,
bufón de enero

Y qué si soy en cuanto a tu verbo
y qué si somos, un secreto entre tu piel y la mía
una certeza de orgullo y una historia inconfesable

Sonrío a la carcajada del destino:
que en unos cuantos años
 nos habremos perdido al futuro y al olvido.
Sonrío al verso:
que ya me ha quitado ese quererte hasta mañana

Y con la conciencia, no de que sea el fin
sino de haber terminado
una vez más me despido