7.07.2011

Ciencia fricción

Entonces sabes que es el momento de regresar. Aliento húmedo sobre la nunca, es el mal que vuelve a visitarte. Es la sonrisa de hiena, que te ha encontrado. O eres tú, que te dejas descubrir cristalino por supervivencia poética. Vuelves a la jauría de trasnochados, guerreros de las teclas y el desasosiego, compañeros de estética destrucción. Sólo encuentras el equilibrio con los pies sobre una cuerda sobre un caos. Pies sucios y fríos, pies calados en barro, agua y arena, pies al abrigo de besos solitarios. El marchitismo sublima al alma inquieta de romanticismo tardío.

Entonces sabes que es el momento de regresar. Y qué mejor manera de hacerlo que con un viaje, carnaval infinito. Rodeados de piedras milenarias y muchedumbre caduca encontramos el escenario perfecto para brindarle una sátira al destino. Recorres mi hombro y comienzo a oler el salitre de las cartas marinas. No podía ser otra que tu mirada felina, viejo gato. No podía ser otro que el lugar del sueño eterno bajo el sol, derrite la piel a tiras. Desmarcados del tiempo, en lo que una aguja recorre un reloj que recorre una muñeca presa. Es el momento de perderse en el delirio de la realidad presta. Nuestras manos se encuentran, ajenas a la distancia y a la falta de costumbre, comienzan súbitas el juego.
Te conocí anciano al llorarle a Dios y te desconocí. Nos reconocimos por ciencia fricción y el resto en silencio. Acabó como cada sueño, despertando o volviéndolo a dormir. Me precipité en tu sonrisa antes del ocaso, no había telarañas ni horas muertas de desazón. Te recorrí en cada calle y en cada plaza. Te recorrí sin prisa a deshora, descolgada de tus dedos en manos de titanes. La hazaña del terror troquelada en mármol y agua, en piel oscura y sangre caliente. Labios que volvería a poseer inmediatos. Día de perros callejeros despreocupados por lo que espera a la vuelta de la esquina, pues ya lo saben. Está astuta la muerte entonando una balada del rock enamorado. Sexo que dice hola y adiós, dulce contradicción.Ya van dos, dos taxis y dos despedidas furtivas. Ya van dos, dos sonrisas ensimismadas. Entonces sabes que es el momento de regresar.

3 comentarios:

  1. Waw Loba!!
    Me ha impactado esa balada de rock, aunque preferiría una metal... jaja
    Abrazos!!

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  2. yo también preferiría ahora mismo un metal! saludoo ;)

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  3. lo leo y lo leo y lo leo
    El viajero

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