Canto a la melancolía en este tren rutinario
una vez más
elijo.
Me voy con el viento
mientras anoto estas verdades escondidas, y las velo
espero no lleguen a destino fijo
Antes de partir perdí la cuenta
del tiempo en que fui sincera, si es que hubo aquel
tiempo,
hasta olvidé el lenguaje de las certezas
Siento un imperio en cada paso y en cada amigo
solo me alivia pensar
que llegaré a una patria desconocida
que haré de
ella mi hogar itinerante
Pies y manos nómadas, enemigos de lo quieto
almas interrogantes que se encuentran como forma de
vida,
versos.
Versos por escribir y verbos por crear
Siento la lluvia antes de que sea lluvia
huelo cómo llega y espero, a que me explore en
regueros
¡Que vivo arte o muero!
En el camino he visto un pájaro muerto
un gato
muerto y muchas flores marchitas
me han
contado sus cenizas, ¿habrá fe después de la muerte?
Porque somos circunstancia entiendo el desencuentro
De la fama me despido,
de tu beso y de mi madre
pues asfixia el sinsentido de ignorarme por quererlos
Quise hacer un compatible de tu cuerpo y el mío
de la vida y la libertad
del espacio y el tiempo
al ver que no puedo me exilio
de esta
tierra extranjera, prefiero
A veces recuerdo llorar rabia, gritarte odio
a veces lo echo de menos
estoy hambrienta de virtudes y gentes
¡Que el placer me muera!
Es discreto el espíritu triste
He desestimado cada estrofa de tu búsqueda
y que me encuentres, o no seremos nada
Me siento como un caballo de autovía
si bien me aterrorizan esos animales
me siento como un poema dada
si bien jamás pude comprenderlos.
Hay algo que seduce en las alturas a pesar del vértigo.
Caída libre. No distingo dulce causa de condena
Agradezco ser infiel a los principios
para poder desconocerme cada día
Quiero huir y no saber de qué
desaparecer, de toda persona que sepa mi nombre
de hábitos y convicciones
y hacer el amor con un poeta o con un desconocido.
Que volemos y celebremos hasta los días ennubecidos
y que el perfume no atrofie nuestro olfato
Quiero escribir con el hígado hasta que me desangren
las palabras
o no habrá servido de nada,
que cada día cuente
o cabaré mi propia tumba bajo la sombra de un pino.
Desnudos fumarnos, y fumar hierva
hasta jugarnos las ideas al despiste
hasta jurarnos la existencia al azar deliberado
Es curioso cómo antes hablaba de presentir la lluvia
y ahora
justo ha roto sobre las vías del tren y sobre el
campo vecino
y puede que también sobre tu casa