Hoy soñé que te marchabas en septiembre
y me desmantelabas el mundo, por eso hablo
Hablo de despedidas y hablo de los hombres
hablo de sueños y hablo de mí
hablo de ti y callo
Con la sonrisa nublada y el cielo forzado hablo y
sigo
que he olvidado cómo se hace el amor a la vida
cómo acariciarte las entrañas
y desarmar esa firmeza tuya
Más de mil engaños he contado y he creído
a cambio de una verdad entierra, enraizada
en la comisura de tu risa mañanera
Ahora que la Luna es llena recreo las calles en oficio
pues no tengo hogar ni dueño
que si los tuviera serían helado y viento y no
miento.
Estaría mi casa desolada de gentes, desordenada de
ideas
desplegada de medios sin fines
batallas perdidas, pero al fin batallas
Estaría entre tus manos
al menos hasta que pudiera volar
entonces te abandonaría, te dejaría a solas con la
tragedia
para que conocieras la soledad y aprendieras la
rutina espera
Digo, que me gusta cuando somos y lo sabemos todo
aunque solo sepamos ser desencuentro
nos sabemos las ideas bajo la dictadura del silencio
No sos vos, soy yo
que me gustas en cuanto a mi poesía del verbo
y también en cuanto a la que no escribo ni pienso
no son tus ojos tiernos sino lo que veo con ellos
no son las líneas de tu cuerpo sino los garabatos
que dibujo cuando lo advierto
no son los lenguajes que practicamos, sino lo que
nunca nos diremos
Como que anoche
te vi y no estabas
te toqué y no eras
te besé y te besé sin ganas
anoche desvelo y nostalgia
azar, preludio, interludio, intento
anoche reinos y enredos
me desenamoré
de ti anoche, entiendo
Quiero saberte
si de alguien has descubierto la poesía activa
dime qué has encontrado en el camino y convénceme
vénceme el alma inquieta
dime qué sientes, que siento
dime que es cierto
Dime antes de que yo te diga:
que se me ha secado la garganta y la rima
de tanto canto ensueño