Hacia fuera miento
como todos mentimos,
y hacia dentro
Miento cuando te quiero cerca
porque me quiero más lejos que nunca,
más lejos que el mundo
Miento, al lidiar con tu sonrisa extranjera
miento a tus ojos delicadeza
y a la vida entera (miento)
Miento si digo que no le extraño
desconocido, inconfesable
Y miento a las calles, pasiva
las engaño con el remordimiento
de la paz social
No hay sublevación con mentiras,
como rosa sin espinas
sin tallos que siempre mueren,
porque han de morir
porque sin ellos en barro, no habría otros tallos
Tu sexo; y mis mentiras.
Miento a las horas, tranquila
como si no hubiera espera
en agonía
Miento a la mañana
saliendo de la cama, y a la noche,
vuelvo autómata a ella, le grito:
que no es suficiente
Miento al pájaro que no escucho
a la naturaleza que no respondo
que nadie responde, como debiera
Miento cuando hablo y te digo:
que espero que no nos mintamos
Y quizás miento, al escribir esto
Pero, hay dos cosas a las que no miento,
pues nadie sabe hacerlo:
a la vida, que atropella, y a mí
A mí tampoco me miento