10.13.2010

Cuento de Viento tornado y Agua marea



-Recuerdo cuando jugábamos a ser uno de los elementos.




Así empieza la historia del Viento tornado y el Agua marea:


El Agua es agua, pero condicionada por el Viento, que va y viene. Inodora, incolora e insípida, transparente al fin y al cabo. No te apetece hasta que no la necesitas. No es nada, pero te da la vida. Siempre ahí. Te ves reflejado en ella, cristalina. Sacia, calienta o enfría. Fluye. Con calidez te acaricia la piel, asemejándose a tu contorno como nunca nadie. Como nunca nadie. Te canta al oído. Susurra juguetona sus movimientos. Es mujer, obvio, pero también niña. Pero cuidado porque acaba de nacer, si lo comparas con el viejo y huraño Viento. Te evaporas con ella, a donde no guían los mapas, ni llevan los caminos. Por donde jamás podrás dar pasos, ni ir de la mano con ningún otro elemento. Te pierdes en su dulce borrachera.


Pero el agua no es eterna, no si la descuidas. Cuando el Viento deja de columpiarla, y la azota, la impulsa demasiado fuerte, no la acompaña, se pierde. Entonces el Agua deja de ser agua. Se contamina con gritos,  malentendidos, descuidos, castigos...


!El agua se pudre si le arrojas mierda, capullo Viento¡


Los diminutos residuos con los que le agasajas poco a poco, por goteo,terminan con su transparencia. Y el Viento ya no se ve reflejado en ella. Demasiados intrusos levantan barreras  de odio: ásperas y puntiagudas. El agua se queda ciega, ya no ve los lunares del Viento, ni quiere, porque ya no existen. Se volaron con el amor. No hay viento ni aire, se ha ido a otra parte. Y el agua se congela en su tragedia.


Pero Agua, estancada, ve al Sol poeta. Regresa a los surcos, puebla los arroyos. Alimenta semillas secas y renace florecillas. 


Hasta que Viento, esta vez tornado, ciclón, tifón, decide hacer una visita relámpago. Sacude al agua.
Nadie ve al Viento, es invisible. Viento que juega a ser Dios, solitario y triste. Destructor consciente


Pero el Agua a vuelto a ser azotada... 

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